Deadletter arrasan en Madrid presentando su primer disco.
· Los ingleses cuelgan el cartel de «entradas agotadas» en el Café Berlín.
En octubre del año pasado los ingleses Deadletter llenaban la sala Siroco de Madrid, ofreciendo un visceral directo en la que dejaron atónitos a los presentes. Un año más tarde, el sexteto londinense visitó nuevamente la capital para, en esta ocasión, colgar otra vez el cartel de “entradas agotadas”. El céntrico Café Berlín vistió sus mejores galas para albergar el directo de un grupo que está dando los primeros pasos en el mundo musical, si bien, parece que lleven en esto un buen puñado de años. Con su primer disco Hysterical Strength (SO Recordings, 2024) publicado el pasado mes de septiembre, la formación liderada por el enérgico Zac Lawrence se despachó brillantemente en poco más de una hora ante una audiencia entregada. La oscuridad del local y el calor del mismo fueron una gran baza para lo que sucedía sobre el pequeño escenario, donde los guitarristas se retorcían con sus instrumentos, el bajista ejercía también a la perfección de corista, el baterista jugueteaba con sus baquetas y el saxofonista fue maestro de ceremonias con sus aguerridas melodías. Todos, individualmente, sonaron perfectamente engrasados, pero, en bloque, fueron una apisonadora musical. Con estilos varios como postpunk, art-rock, dance-punk, free jazz y alguno más sonando por los altavoces del local, los de Yorkshire ratificaron que son una realidad y cuando en un breve periodo de tiempo llenen salas de mayor aforo y actúen en reconocidos festivales, los presentes en su incendiario show capitalino podremos decir con orgullo eso de “Yo Lo Vi Primero”, como cantan Las Odio. Sea como fuere, el sexteto rezumó pedazos de nombres como The Fall, Madness, The Rapture, Shame e Iggy Pop, pasados por su propio filtro y demostrando una intensidad sobresaliente. Cuando el concierto estaba a punto de terminar, el respetable montó un buen pogo en la parte delantera, pero quizá era demasiado tarde porque prácticamente todo el mundo estaba sudando la camiseta como si estuviese en una clase de spinning. Los casi cincuenta minutos que dura su citado LP debut son una grata sorpresa, si bien, sobre las tablas el cancionero gana enteros con una apabullante interpretación. Llegaron, actuaron y arrasaron, no puede pedirse más con tal derroche de energía.
Texto y fotografías: Alfredo Rodríguez