El quinteto de Kentucky se había convertido con sus dos primeros álbumes en uno de los referentes dentro de la escena metalcore internacional. En su tercera referencia larga You Won’t Go Before You’re Supposed To (Pure Noise Records, 2024), el grupo acierta de pleno en sus diez nuevas composiciones por varios factores, el primero de todo trabajando con un nuevo productor después de hacerlo con el mismo (Will Putney) en sus dos primeros LPs. En esta ocasión el encargado de armar el tracklist ha sido su compatriota Drew Fulk, conocido por sus producciones en discos de artistas como Papa Roach, Disturbed y Northlane, entre otros, ejecutando un sonido robusto y compacto en la nueva referencia de quienes protagonizan esta reseña. Otro factor positivo han sido las colaboraciones de más compatriotas, en este caso la joven Poppy en ‘Suffocate’ y Chris Cerulli, vocalista de Motionless in White, en ‘Slaughterhouse 2’, aportando cada uno voces de manera brillante. Gracias a cortes como ‘Piece by Piece’ en el inicio del disco, la directa Moss Covers All’ en la parte central y la intensa ‘Sit & Mourn’ clausurando el cancionero siendo, a su vez, la canción más larga con casi cinco minutos de duración en un repertorio que no llega en casi ninguna ocasión ni a los tres minutos registrados, finiquitando el mejor trabajo de la banda en sus once años en activo. El trabajo realizado por Bryan Garris en la voz, Isaac Hale y Cole Crutchfield en las guitarras y los coros, Kevin Otten en el bajo y Kevin Kaine en la batería supone la mejor referencia de su discografía, ejecutando su obra más intensa y trabajada hasta la fecha y dejando claro que los grandes comentarios recibidos estos años no son fruto de la casualidad, sino todo lo contrario, una patente realidad.
Alfredo Rodríguez