Pixies demuestra que son los mejores en lo suyo con su concierto en Madrid
· El grupo cautivó a los presentes con su show en las «Noches del Botánico».
Resulta curioso que los estadounidenses Pixies visiten tanto nuestro país en los últimos tiempos, sobre todo en estos años en los que actuaron en el festival Mad Cool hace dos veranos, repitiendo en la península el curso pasado con grandes directos en pabellones de Barcelona, Madrid y A Coruña en primavera presentando su último disco hasta la fecha, el notable Doggerel (Infectious Music/BMG, 2022) y volviendo con tres nuevas citas en el caluroso mes de julio en el que nos encontramos. En esta ocasión, Black Francis (cantante y guitarrista), Joey Santiago (guitarra) y David Lovering (batería) viajaron hasta tres ciudades acompañados por un nuevo integrante entre sus filas, la bajista Emma Richardson. La que fuera componente de los ingleses Band Of Skulls suplió la baja de Paz Lenchantin con nota, pero tampoco hizo olvidar a la insustituible Kim Deal, quien parece parte del pasado del cuarteto, pero sigue estando presente en cada momento.
Los de Boston ofrecieron el tercero de sus tres shows en la geografía nacional tras abarrotar la sala barcelonesa Razzmatazz el miércoles, encabezar la primera jornada del Low Festival en Benidorm el viernes y finiquitar su spanish tour en la capital dentro de la recta final del cada vez más importante ciclo de conciertos Noches del Botánico donde colgaron el cartel de “entradas agotadas” nada más confirmarse su cita. Sin nuevo disco que presentar ante la audiencia madrileña, puesto que su noveno LP The Night The Zombies Came (BMG, 2024) será publicado el próximo mes de octubre, los de Boston echaron mano de más de una treintena de canciones durante las casi dos horas que duró su intensa y trabajada actuación.
Sin ningún artificio sobre el escenario y con las pantallas laterales apagadas durante toda la noche, el mítico grupo echó mano únicamente de su particular “P” alada que ilustra su icónico logotipo diseñado por el británico Chris Bigg a principios de los años 90 para poner imagen a un escenario que llenaron en el Jardín Botánico a base de aguerridas guitarras tocadas por Francis y Santiago con soltura y acierto. En la batería, Lovering se mostró seguro como habitualmente y sin hacer demasiados aspavientos con sus baquetas mantuvo el nivel de principio a fin ejecutando certeros y concisos golpes sobre los parches y los platos. Y en las seis cuerdas la debutante Richardson completó una gran noche marcando el camino con su instrumento, pero también aportando coros y voces cuando fue preciso.
En lo musical muchos esperaban una buena colección de nuevas canciones, pero no fue así, sonando sus nuevos singles que pocos reconocieron, aunque rescataron una buena parte de su clásico cancionero para goce y deleite de los presentes. No les tembló el pulso en quitarse de encima grandes temas en los primeros compases con hits como ‘Wave Of Mutilation’ interpretado en segunda posición tras un tímido arranque con ‘Gouge Away’, para continuar poco después con otro, el exitoso ‘Monkey Gone to Heaven’ en tercer lugar, siguiendo minutos después por otro trío marca de la casa: ‘Caribou’, ‘Hey’ y ‘Velouria’. Es incontestable la colección de sobresalientes composiciones que tienen, pero es que encajadas en el repertorio de un directo se hacen aún más grandes gracias a la destreza de Joey Santiago y Black Francis con sus guitarras.
La gran mayoría de los asistentes superaba la cincuentena, algo normal teniendo en cuenta que Francis y Santiago se acercan peligrosamente a los sesenta y Lovering supera la cifra por un par de años, confirmando que se encuentran viviendo y disfrutando una segunda juventud musical tras cesar su actividad durante algo más de una década entre 1993 y 2004 que están sabiendo aprovechar con giras mundiales y la publicación de cuatro nuevos LPs. Otro buen puñado de himnos atemporales pusieron a los presentes a saltar (‘Vamos’, ‘Here Comes Your Man’, ‘Mr. Grieves’, ‘I Bleed’), pero quizás el tema más festejado fue el visceral ‘Isla de Encanta’ incluido en su primera referencia Come On Prilgrim (4AD, 1987) editado por el sello 4AD a finales de los años 80. Y mención especial para la repesca de cortes poco habituales como ‘The Happening’, ‘All Over The World’ y ‘The Navajo Know’, poniendo toda la maquinaria a calentar y ofrecer café para los muy cafeteros.
Para rematar la velada musical con autoridad entonaron su clásico entre los clásicos ‘Where Is My Mind?’, como era obvio, versionaron la cara b ‘Winterlong’ del canadiense Neil Young y cerraron por todo lo alto con ‘Debaser’ en el bis. Para algunos la noche fue un poco decepcionante pero, ¿qué narices querían? Estaban frente a los grandiosos Pixies regalando un auténtico greatest hits del rock alternativo en una calurosa jornada en el mejor espacio para ver conciertos en la ciudad en verano. Sobresalientes.
Texto: Alfredo Rodríguez
Fotografías: Alfredo Rodríguez