Sen Senra se convierte en el Rey del pop en España tras su show en el WiZink Center.
· El joven gallego hizo un repaso a su cancionero con un estudiado directo.
El concierto del artista gallego Sen Senra en el WiZink Center era una prueba del todo o nada en su particular carrera musical y tras ver su espectáculo en el céntrico espacio multiusos de la capital, queda claro que el joven pontevedrés no solo superó con nota su apuesta, sino que confirmó su posición como uno de los grandes nombres del pop nacional. Tras su apabullante largo Sensaciones (Sonido Muchacho, 2019) con el que conquistó a sus seguidores y a los medios de comunicación llegó la pandemia, pero Christian tenía muchas ideas que plasmar en otro trabajo que volvió a causar furor, el EP Corazón Cromado (Sonido Muchacho, 2021) publicado hace menos de un año. En este tiempo han sido muchos los grandes comentarios generados en torno a la dulce, delicada e íntima propuesta de su música, esa que llenó con un sonido inmaculado el citado recinto madrileño que acogió con expectación su puesta en escena. Si en otras ocasiones le vimos en el centro de las tablas junto a su banda situada en formato circular, esta vez modificó el stage con sus compañeros de aventuras (algunos músicos de bandas amigas como Anxo Rodríguez de Novedades Carminha y Xoan Domínguez de Blanco Palamera, entre otros) ubicados en los lados y el joven comandando y liderando una gigantesca tarima sin instrumentos y cables por medio. Tras su cuerpo, una gran pantalla que sirvió para proyectar algunas cuidadas imágenes y vídeos durante un show que maquilló con colores y luces elegidas con mimo y buen hacer. En lo musical no faltaron la gran mayoría de sus canciones más reconocibles (‘Te Va A Ser Mejor’, ‘Perfecto’, ‘Wu Wu’, ‘Sublime’, ‘No Me Sueltes Más’…), manteniendo el nivel en todo momento, acompañando a su pulida voz el sonido de su Fender en determinados instantes de la noche (en el inicio y en el final, básicamente), incluyendo una canción guitarrera en el último tramo que puso a temblar los cimientos de hormigón del pabellón. Con el punto justo de autotune en toda la velada, primaron los sonidos y los arreglos de guitarras, bajo, batería y teclados, combinando todo a la perfección de principio a fin de un directo inmaculado, tan perfecto como reluciente que parecía más propio de un artista internacional de renombre que lo que estamos acostumbrados a presenciar en la península. Tampoco es que fuese de otro planeta ni hiciese nada estratosférico, pero su buen gusto y una puesta en escena tan seductora como enamoradiza facilitó una coronación por todo lo alto de un inquieto joven que se asentó en Madrid para buscar la gloria a través de sus brillantes canciones, aprovechando su noche para adelantar el lanzamiento de un nuevo disco que, seguramente, será otro éxito.
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Texto: Alfredo Rodríguez
Fotografías: Alfredo Rodríguez