Hay muchos trabajos discográficos que no se han grabado en estudios de grabación profesionales. Siempre que pensamos en la creación de un disco tiende a imaginarse un estudio de grabación como los que salen en las películas y documentales musicales, como por ejemplo Abbey Road, Electric Lady Studios y Capitol Studios, entre otros. Pero nada más lejos de la realidad pues muchos discos conocidos han sido creados en un sótano, en un salón o en la habitación de la casa. Y es que montar un home studio casero es lo más habitual entre artistas que prefieren crear sus discos en casa sin tener que utilizar los métodos tradicionales que suelen usarse en la mayoría de los casos.
Una de las cosas que ha traído la pandemia es el uso de equipos en domicilios, haciendo que muchos estudios hayan quedado relegados a un segundo plano, si bien, diversos artistas hicieron lo propio hace años alejándose de grandes estudios y grabando discos que se han convertido en esenciales en sus discografías. Citamos algunos de esos trabajos a continuación:
Bob Dylan and The Band – “Basement Tapes”
El disco nació con la fantasía urbanista de irse a una zona de campo a contemplar el crepúsculo, sin ruido. Un accidente de moto dejó mal parado a Dylan, quien tuvo la necesidad de reposar y recluirse en un paisaje retirado de la ciudad. Junto a su banda de la época, The Hawks, terminó las canciones en una casa cerca de Woodstock en “Big Pink”, un chalet muy llamativo por su fachada rosa. El sonido no fue el esperado, pero el resultado es único por los motivos en los que se llevó a cabo.
The Rolling Stones – “Exile On Main St.”
Los ingleses estaban acostumbrados a los estudios móviles porque unos meses antes habían grabado en la mansión que Mick Jagger tenía en Hampsire, sin embargo, como Keith Richards tenía una casa alquilada en Francia se desplazaron hasta la misma para grabar un nuevo álbum que incluiría canciones como ‘Happy’ y ‘Tumbling Dice’, entre otras. Los problemas con las drogas de Richards y los de disciplina por parte de Jagger fueron un contratiempo, pues este último iba a grabar cuando le convenía. Pasaron muchas cosas, entre ellas que Gram Parsons participara en una de sus fiestas en las míticas sesiones nocturnas de grabación.
Bruce Springsteen – “Nebraska”
El considerado como mejor disco de Bruce fue grabado con los medios más rudimentarios en una casa en Nueva Jersey. Con una grabadora Tascam de cuatro pistas, su clásica guitarra y una armónica se fraguaron la mayoría de canciones del disco. El estadounidense tuvo un periodo creativo tormentoso y tras un disco de folk que no tuvo grandes críticas dio un giro a su carrera debido a las exitosas canciones incluidas en su nuevo LP. Desde entonces este disco se ha convertido en uno de los más celebrados de su extensa discografía y destaca precisamente por eso, por haber sido registrado en su casa.
Foo Fighters – “Wasting Light”
La vuelta a los orígenes por parte del conocido Dave Grohl y su banda se produjo en el mejor momento. Después de pasar por estudios de grabación que les llevaron a pagar miles de dólares por usar sus instalaciones, Grohl y compañía usaron un sistema analógico que les obligó a ensayar con ganas para tener la confianza suficiente para registrar esos aires retro que se impregnaron en las nuevas canciones. Y es que si los inicios de la banda tuvieron lugar en un garaje, los de Seattle pensaron que lo mejor era usar su propia casa para registrar sus composiciones. Y parece que les funcionó porque desde entonces viven una especie de segunda juventud que les hizo repuntar en popularidad.
Estos son algunos ejemplos de músicos que optaron por trabajar en casa en lugar de utilizar los habituales estudios de grabación, por lo que montar tu estudio casero puede ser lo más apropiado a la hora de registrar un disco con los métodos más accesibles. Porque no todo consiste en pagar miles de euros en los mejores estudios cuando puedes hacer lo mismo en tu habitación usando el tan famoso y productivo método DIY.