El Día Internacional de la Mujer Trabajadora, también llamado Día Internacional de la Mujer debido a la decisión de la ONU de institucionalizarlo en 1975, conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Se celebra el día 8 de marzo, teniendo el apoyo de más de 2.200 mujeres periodistas profesionales de distintos medios, agencias y gabinetes que denuncian en un manifiesto el machismo en el sector. En un documento oficial instan “a todas las compañeras a que se sumen a la movilización en la medida de sus posibilidades y circunstancias”.
En la música también existe el machismo y por eso 45 festivales a nivel internacional se comprometen a sumar bandas de mujeres para combatir la brecha de género. Poco a poco el mundo intenta cambiar en un lugar más igualitario entre mujeres y hombres como muestra la iniciativa europea de la asociación británica PRS Foundation, Keychange, la cual cita a las mujeres para transformar el futuro de la industria musical y animando a los festivales a lograr un equilibro de 50/50 para el año 2022 en la dirección artística de sus programaciones. Como se explica en el sitio oficial de Keychange, diversos eventos en todo el mundo se han sumado a la iniciativa, comprometiéndose a la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, no sólo para formar parte de los carteles, sino también en lo referente a conferencias, producción, comunicación y organización.
Entre la lista de los 45 festivales dos tienen lugar en nuestro país, concretamente el Granada Experience -entre el 11 y 15 de abril en Granada- y el BIME -entre el 25 y el 28 de octubre en Bilbao (Bizkaia)-. Precisamente, los organizadores de este último evento, Last Tour, también organizadores de otros festivales como el Azkena Rock de Vitoria-Gasteiz, sufrieron las críticas por la escasa presencia de mujeres sobre sus escenarios. Desde diversos medios de comunicación se citó que géneros como el punk y el rock sigan “totalmente masculinizados”, cuestiones que se debatieron en unas jornadas organizadas por Orbain Kultur Elkartea. Dicha agrupación abordó este tema desde una perspectiva feminista y retomó la consigna nacida en Estados Unidos en los años 90, “Girls to the front!”, con el que se empezó a desterrar a los chicos a las últimas filas en los conciertos para animar a las mujeres a ocupar la primera línea de los mismos.
También en nuestro país, en septiembre de 2016 nació la Asociación MIM (Mujeres en la Industria de la Música) con el objetivo de velar por el cumplimiento de la igualdad efectiva de mujeres y hombres en el sector de la industria musical. Su finalidad es su disolución, pues desean que llegue el día en que no sea necesaria su asociación, debido a que hombres y mujeres tengan el mismo tratamiento, los mismos salarios, las mismas oportunidades y las mismas posibilidades en el mundo de la música. Con más de 100 socias, diversas comisiones trabajan para lograr sus objetivo: la igualdad.

En lo que a artistas femeninas se refiere, unas de las más representativas en la península en los últimos años son Hinds, cuarteto madrileño que está dando mucho que hablar a lo largo y ancho del planeta. Publicarán su segundo disco I Don’t Run (Lucky Number, 2018) el próximo viernes 6 de abril, pero con su debut largo Leave Me Alone (Lucky Number, 2016) han brillado con luz propia. Han tenido que sufrir distintos ataques machistas por parte de medios y público, pero ellas van a lo suyo con ilusión, trabajo y constancia. Catalogada su música como garage-pop, navegan como pez en el agua en las redes sociales, han tocado en festivales internacionales como Coachella, Glastonbury y SXSW, entre otros, girado por multitud de países (desde Norteamérica a Sudamérica, pasando por Europa, Japón y Australia) y siguen logrando éxitos que pocos artistas en nuestro país consiguen. También luchan contra la igualdad, como en un vídeo que realizaron para el Ayuntamiento de Madrid, concretamente una campaña contra las agresiones sexuales en las fiestas, pretendiendo concienciar de las agresiones machistas.

Otras formaciones como Savages, cuarteto formado hace siete años en Londres, siempre tienen que contestar entrevistas donde alguna pregunta está relacionada con el hecho de ser una banda formada íntegramente por mujeres. Sobre esto, su cantante Jehnny Beth declaró: “es muy habitual que los periodistas nos pregunten sobre feminismo y música. No creamos la banda con un planteamiento feminista, pero entendemos que hemos cristalizado algunas ideas cercanas al feminismo porque somos, en definitiva, cuatro mujeres haciendo rock’n’roll. Es inspirador conocer a otras mujeres cuando termina un concierto y te dicen que vernos tocar les despiertan ganas de hacer cosas, tanto como ver a chicas jóvenes gritando “She will, she will” en primera fila del concierto”.

Más repercusión tienen en el sentido femenino Pussy Riot, colectivo ruso que pone en escena actuaciones de provocación política sobre temas como la situación de las mujeres en Rusia. Sin ir más lejos, en febrero de 2012 tres miembros de la banda fueron arrestadas y condenadas a dos años de cárcel. Las componentes moscovitas denunciaron malos tratos mientras estaban bajo custodia, si bien, fueron muchos los que catalogaron su detención como una simple farsa publicitaria. Amnistía Internacional calificó la condena como “un golpe amargo contra la libertad de expresión”, afirmando que “los cargos y el veredicto distorsionan los hechos y la ley”. Pero lo cierto es que María Aliójina, Yekaterina Samutsévich y Nadezhda Tolokónnikova, las tres artistas detenidas y juzgadas, nunca deberían haber sido acusadas de un delito de incitación al odio, sino que recibieron unas medidas injustas por ser mujeres.
El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, una jornada que nos recuerda que, a pesar de todo lo que se ha luchado y conseguido, las mujeres siguen buscando sus derechos y oportunidades que las igualen a los hombres. Porque no se trata de ser más o menos, sino iguales. Y eso, tanto en la vida como en la música, es necesario para que todos tengamos las mismas oportunidades.