Nothing But Thieves vuelven a triunfar en la sala La Riviera de Madrid
· Los ingleses actuaron en sala antes de su show en el festival Mad Cool.
Resulta destacable la progresión musical de los ingleses Nothing But Thieves en nuestro país, teniendo en cuenta la imparable actividad llevada a cabo por el quinteto. Si en otoño de hace un lustro llenaban aforos para unas ochocientas/novecientas personas (entonces abarrotaron la sala But en Madrid y la sala Bikini en Barcelona), en la actualidad cuelgan el cartel de “entradas agotadas” en ubicaciones que rondan las dos mil localidades, actúan en festivales y gozan de una fanbase que les acompaña en cada visita. Si el pasado mes de marzo agotaron los tickets en Razzmatazz y La Riviera, en esta ocasión repitieron en la mítica sala capitalina junto a la ribera del Manzanares antes de su directo en el macro-evento Mad Cool Festival. Y es que a pesar de coincidir en horario con el partido de fútbol que enfrentaba a las selecciones de España y Francia en las semifinales de la Eurocopa que se está celebrando en Alemania, los de Essex congregaron a tres cuartas partes del aforo de la citada sala. Todo un logro teniendo en cuenta el calor, sofocado a base de música en directo por unos asistentes hambrientos de las canciones de accesible indie-rock propuestas por el grupo británico. Desde el tema inicial ‘Oh No :: He Said What?’ incluido en la versión extendida de su último LP Dead Club City (Sony Music, 2023), hasta el cierre con el single ‘Overcome’ que formó parte del mismo álbum, la banda liderada por el vocalista Conor Mason ofreció un trabajado e intenso show. Gracias a un buen puñado de pegadizas canciones (‘Futureproof’, ‘Real Love Song’, ‘Impossible’, ‘Sorry’), ejecutaron un brillante set-list apoyados en la magistral garganta de su vocalista que regaló falsetes por doquier durante hora y media, pero sobre todo en la exposición musical perpetrada por Dominic Craik, quien regaló sonidos de teclado y sintetizador y riffs de guitarra en una sobresaliente actuación. Con ese batiburrillo sónico a medio camino entre colegas musicales como Muse, The Killers, Keane y Biffy Clyro, así como los galos Justice (esos dejes a la french house en ‘Welcome to the DDC’ bien podrían haber sido registrados por Gaspard Augé y Xavier de Rosnay sin despeinarse), salieron victoriosos en una noche donde el variopinto público que mezclaba sector indie con rock, disfrutó incluso de una valiente versión del clásico tema ‘Where Is My Mind?’ de los estadounidenses Pixies y como era de esperar, el celebrado single ‘Amsterdam’ que sonó a gloria. Desde estas líneas auguramos que su futura visita se llevará a cabo en recintos de mayor aforo, seguramente en el WiZink Center de Madrid y en el Sant Jordi Club de Barcelona, visto el gran recibimiento por parte de sus seguidores en la península.
Texto: Alfredo Rodríguez
Fotografías: Alfredo Rodríguez